En nuestra búsqueda constante de la verdad y la iluminación, a menudo nos encontramos con una paradoja: estamos tan enfocados en encontrar la luz que, sin darnos cuenta, estamos cubriendo nuestros ojos con nuestras propias creencias y suposiciones.
Como dice la lección 188 de “Un Curso de Milagros”, “La percepción selecciona yace en el ojo del perceptor”. Esto significa que nuestra percepción de la realidad está filtrada por nuestras propias creencias, miedos y deseos. En otras palabras, estamos viendo el mundo a través de una lente distorsionada.
Cuando buscamos la luz, a menudo lo hacemos con una mente cerrada, esperando encontrar respuestas que se ajusten a nuestras creencias preconcebidas. Pero la verdad es que la luz solo puede entrar en nuestra conciencia cuando estamos dispuestos a soltar nuestras creencias y abrirnos a nuevas perspectivas.
La lección 188 nos invita a cuestionar nuestras percepciones y a mirar más allá de la superficie. Nos pide que reconozcamos que nuestra comprensión actual es limitada y que estamos dispuestos a aprender y crecer.
Así que, si estás buscando la luz, recuerda que debes estar dispuesto a abrir tus ojos y tu mente. Deja atrás tus creencias y suposiciones, y permite que la verdad te revele su belleza y simplicidad.
¿Qué creencias o suposiciones estás dispuesto a soltar hoy para permitir que la luz entre en tu vida?
La luz ya está en ti
La luz que buscamos ya está dentro de nosotros. No necesitamos buscarla en lugares externos, porque es nuestra esencia misma. Sin embargo, a menudo nos enfocamos en la oscuridad y nos olvidamos de la luz que llevamos dentro.
Cuando nos enfocamos en la oscuridad, estamos creando una ilusión de separación entre nosotros y la luz. Pero la verdad es que la luz y la oscuridad no están separadas; la oscuridad es simplemente la ausencia de luz. Y como la luz ya está en nosotros, la oscuridad no tiene poder sobre nosotros a menos que se lo permitamos.
La lección nos invita a recordar que somos hijos de la luz, y que nuestra verdadera naturaleza es la luz misma. No necesitamos buscar la luz en lugares externos, porque ya somos la luz. Solo necesitamos reconocerlo y permitir que la luz brille a través de nosotros.
¿Cómo podemos permitir que la luz brille a través de nosotros?
La respuesta es simple: debemos dejar de cubrir nuestros ojos con nuestras creencias y suposiciones. Debemos dejar de enfocarnos en la oscuridad y empezar a mirar hacia adentro, donde la luz ya está esperando por nosotros.
Cuando nos enfocamos en la luz que llevamos dentro, empezamos a ver el mundo de una manera diferente. Empezamos a ver la belleza y la perfección en todas las cosas, y nos damos cuenta de que todo es una expresión de la luz misma.
Así que, si estás buscando la luz, recuerda que ya la tienes dentro de ti. No necesitas buscarla en lugares externos; solo necesitas reconocerla y permitir que brille a través de ti.
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