Los síntomas de vacío interior precisamente se producen por desconocimiento de los principios divinos.
Ese que está depresivo es un ego o defecto de los tantos deseos o vacíos internos que posee.
Lo recomendable es ver ese vacío sin opción, sin justificar ni condenar, solo verlo en acción esa frustración que lo arrastra en un momento dado, así de esa manera encontrará La Paz de su alma turbulenta en medio de ese contraste antitético de sus ideas.
Solo cuando vemos las raíces del dolor origen del yo es que este puede morir no escondiéndolo detrás de un ideal cualquiera es solo viendo esos múltiples deseos y vacíos que usted hallará el término lejano de un sendero tedioso como es la felicidad o el amor inconmensurable.
Ser conscientes de esto es el primer paso para llenar ese vacío.
Si el vacío persiste simplemente dale espacio a lo antedicho para que desaparezca, es tu ego el que se resiste a intentarlo ya que solo esta es la forma correcta de hacerlo y va contra del ego que impone sus creencias por encima de tu Ser.
Revertir esta postura es fácil para ti si lo que gobierna es tu Ser.
Mientras el ego esté a cargo, la tensión y la resistencia serán recurrentes. Lo fácil o difícil que resulte este proceso depende de cómo lo califiques en tu mente, tu espíritu no lo juzgará en absoluto, dado que hacerlo significaba darle entidad a algo que no existe. Por ello no tendrá de qué defenderse ni oponer resistencia alguna. Sin embargo el ego provocará tensión si lo reconoces como agente activo en esta causa.
Desestímalo ya que no forma parte de ti y el problema se habrá consumido a lo que nunca fue.
Cuando logres la maestría, compártelo y esto dará testimonio que tu Ser ha recuperado su lugar.
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