En el mundo físico, el ego y el austoestima parecen ser 2 herramientas que utilizamos a nuestro favor para poder desenvolvernos socialmente sin vulnerabilidades o para protegernos de los demás.
No obstante, en el plano espiritual ambos términos carecen de valor y significado.
Lo que se cree acerca de la autoestima y el ego
En la vida, es importante tener una imagen positiva de uno mismo. Sin embargo, hay una delgada línea entre el ego y la autoestima. En este artículo, vamos a explorar la diferencia entre estas dos características y cómo distinguirlas para alcanzar nuestro verdadero potencial.
¿Qué es el Ego?
El ego es una parte natural de nuestra personalidad que busca validación y reconocimiento externo. Se alimenta de la opinión de los demás y se centra en el éxito material y las apariencias. El ego puede ser inflado o frágil, y tiende a compararse constantemente con los demás.
El problema con el ego es que está basado en la ilusión y el miedo. Nos hace creer que somos superiores o inferiores a los demás, lo que puede llevar a la arrogancia, la envidia y la inseguridad.
¿Qué es la Autoestima?
Por otro lado, la autoestima es una apreciación genuina y saludable de uno mismo. Se basa en el amor propio y la aceptación incondicional. La autoestima proviene del interior y no depende de factores externos.
Cuando tenemos una buena autoestima, nos valoramos a nosotros mismos por quienes somos, no por lo que tenemos o logramos. Nos aceptamos con nuestras virtudes y defectos y nos sentimos seguros en nuestra propia piel.
Cómo Cultivar una Autoestima Saludable
Ahora que comprendemos la diferencia entre el ego y la autoestima, es importante saber cómo cultivar una autoestima saludable:
- Practica el autocuidado: Dedica tiempo para cuidar de ti mismo física, mental y emocionalmente. Come bien, haz ejercicio regularmente y date permiso para descansar y relajarte.
- Desarrolla tus fortalezas: Identifica tus habilidades y talentos únicos y trabaja para mejorarlos. Reconoce tus logros y celébralos, sin importar cuán pequeños sean.
- Deja de compararte con los demás: En lugar de enfocarte en lo que otros tienen o logran, concéntrate en tus propias metas y progreso. Todos somos únicos y tenemos nuestro propio viaje.
- Practica la autocompasión: Trátate a ti mismo con amabilidad y comprensión. No te castigues por tus errores y aprende a perdonarte a ti mismo.
En resumen, el ego y la autoestima son conceptos diferentes pero relacionados. Mientras que el ego busca validación externa y se basa en el miedo y la ilusión, la autoestima proviene del amor propio y la aceptación incondicional. Cultivar una autoestima saludable nos permite vivir una vida más plena y auténtica.
Las personas que reconocen que no son un cuerpo deben saber La verdad acerca del ego.
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