Encuentra la paz perdonando completamente

La ilusión de necesidades

Tú que quieres la paz sólo la puedes encontrar perdonando completamente. Nadie aprende a menos que quiera aprender y crea que de alguna manera lo necesita. Si bien en la Creación de Dios no hay carencia, en lo que tú has fabricado es muy evidente. De hecho, ésa es la diferencia fundamental entre lo uno y lo otro. La idea de carencia implica que crees que estarías mejor en un estado que de alguna manera fuera diferente de aquel en el que ahora te encuentras.

Antes de la “separación”, que es lo que significa la “caída”, no se carecía de nada. No había necesidades de ninguna clase. Las necesidades surgen únicamente cuando tú te privas a ti mismo. Actúas de acuerdo con el orden particular de necesidades que tú mismo estableces. Esto, a su vez, depende de la percepción que tienes de lo que eres.

La única carencia que realmente necesitas corregir

Es tu sensación de estar separado de Dios. Esa sensación de separación jamás habría surgido si no hubieras distorsionado tu percepción de la verdad percibiéndote así a ti mismo como alguien necesitado. La idea de un orden de necesidades surgió porque, al haber cometido ese error fundamental, ya te habías fragmentado en niveles que comportan diferentes necesidades. A medida que te vas integrando te vuelves uno, y tus necesidades, por ende, se vuelven una. Cuando las necesidades se unifican suscitan una acción unificada porque ello elimina todo conflicto.

Corrigiendo la idea de un orden de necesidades

La idea de un orden de necesidades, que proviene del error original de que uno puede estar separado de Dios, requiere corrección en su propio nivel antes de que el error de percibir niveles pueda corregirse. No te puedes comportar con eficacia mientras operes en diferentes niveles. Sin embargo, mientras lo hagas, la corrección debe proceder verticalmente, desde abajo hacia arriba. Esto es así porque crees que vives en el espacio, donde conceptos como “arriba” y “abajo” tienen sentido. En última instancia, ni el espacio ni el tiempo tienen sentido alguno. Ambos son meramente creencias.

El verdadero propósito de este mundo

Es usarlo para corregir tu incredulidad. Nunca podrás controlar por tu cuenta los efectos del miedo porque el miedo es tu propia invención y no puedes sino creer en lo que has inventado. En actitud, pues, aunque no en contenido, eres como tu Creador, Quien tiene perfecta fe en Sus Creaciones porque las creó. Creer en algo produce la aceptación de su existencia. Por eso puedes creer lo que nadie más piensa que es verdad. Para ti es verdad porque tú lo inventaste.

Corrigiendo tus percepciones

Todos los aspectos del miedo son falsos porque no existen en el nivel creativo y, por lo tanto, no existen en absoluto. En la medida en que estés dispuesto a someter tus creencias a esta prueba, en esa misma medida quedarán corregidas tus percepciones. En el proceso de separar lo falso de lo verdadero el milagro procede a lo largo de estas líneas.

No hagas nada por necesidad

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