Cambiar es algo que parece renovador en las personas que deciden dar un giro al sentido de ciertos hábitos o actitudes que se venían realizando previamente. Sin embargo, estos cambios, al cabo de un tiempo nos terminan indicando que los resultados en nuestras terminan alojando los mismos saldos.
Esto sucede porque se cree que un cambio es dejar una cosa por otra o renunciar a ciertas elecciones para adoptar alternativas diferentes. Esto en realidad no es un cambio sino una sustitución de opciones.
Puedes cambiar de pareja, decidir estar solo, tener nuevos amigos, dejar de fumar, de beber, o cambiar de empleo, pero si tus patrones de pensamiento son los mismos, pronto te encontrarás con que tu vida sigue siendo la igual aunque con situaciones diferentes.
Cómo cambiar realmente y ver los resultados
Si deseas hacer un cambio, no cambies los resultados, estos cambiarán solos cuando cambies las ideas que lo producen.
Todas las situaciones se acomodan en tu vida según tus ideas. Mientras estas no cambien te sentirás igual y los escenarios que se construyan darán testimonio de eso.
El cambio se produce en el pensamiento
Es en su punto de origen donde debe efectuarse el cambio si es que éste ha de tener lugar. Cuando decidimos cambiar lo que en Verdad debe cambiarse es el pensamiento y no lo que vemos pragmado en los resultados. Los resultados cambiarán cuando cambien las ideas que los producen.
El verdadero cambio se produce en la mente y no en las manifestaciones externas, estas solo son símbolos de lo que piensas. Si tus pensamientos no cambian, seguirás siendo la misma persona y nada cambiará realmente.
El mundo exterior cambiará si cambias tus pensamientos, si intentas cambiar al mundo mientras tus pensamientos no cambien volverá a fabricarse un mundo con los mismos resultados en tu vida.